Mis dos últimos post han sido un tanto controvertidos, por eso creo que ya toca hablar de algo más "light". En este blog todo tiene cabida, ya sea dulce o más bien amargo.
Como a casi todos nos gusta comer, ¿qué mejor que una entrada culinaria? Hoy hablaré de una excelente pieza de la gastronomía catalana: los calçots. Además, estamos en temporada (suele durar todo el mes de febrero y parte de marzo, depende de la cosecha) de comerlos. No podéis dejar pasar una calçotada si os dejáis caer por Catalunya por estas fechas.
Os presento a los calçots en estado puro, listos para cocinar. Se trata de una hortaliza de la familia de las cebollas, muy parecida a las cebollas tiernas, y con un olor y apariencia que delatan su origen.
Los calçots se cocinan a la parrilla. Se abrasan (literalmente) con la llama que produce la leña (ojo, no sirve utilizar carbón). Tranquilos, la parte quemada no se come. Se agarran por los tallitos verdes y se tira de la parte de abajo, eliminando la parte externa y dejando paso a la exquisita verdura recién hecha. Se mojan en una salsa anaranjada y deliciosa llamada salvitxada (es una variante del romesco, pero lleva más tomate asado y menos pimiento) Es lo que realmente dá sabor a estas curiosas cebolláceas, aunque de por sí a una servidora ya le gustan.
La carne a la parrilla es un perfecto compañero para los calçots. Ternera, cordero, chorizos criollos y butifarras, sazonados con pimienta y sal (a gusto del consumidor, claro está) y patatas al caliu, guarnición típica de la gastronomía catalana (se cortan por la mitad, se sazonan con sal y pimienta, se rocían con aceite, se envuelven en papel de plata y...¡a la barbacoa!. Un truco: si se meten las patatas un ratito en el horno antes, se hacen más pronto y mejor).
Como buena asturiana, os digo que la sidra no puede faltar en cualquier barbacoa que se precie. Yo he probado la combinación calçots + parrillada de carne + sidra y mmm ¡delicioso!
Otra opción (si las posibilidades no permiten calçotada al aire libre) es ir a un restaurante a probarlos. Los precios suelen oscilar entre los 25 y los 30 euros por persona, y el menú Calçotada suele incluir también carne, bebida, pa amb tomàquet y postre. De todas forman, así se pierde la esencia campestre.
¿No os entran ganas de probarlos?
Salsa romesco (ingredientes): tomates, ajos, pan, almendras, avellanas, pimiento (ñora, variante murciana de pimiento), romero, aceite de oliva, sal y pimienta.
Fotos: Jana G. Cienfuegos
BESO SALADO
Ya nos prepararás una, ¿no? Qué buena pinta, creo que un día lo vi por la tele...pero yo quiero probarloooo! :))) Un besito guapa!
ResponderEliminarLa temporada de calçots acaba ahora, para el año que viene os quiero ver aquí y hacemos una!!! :) los calçots son como la sidra, que si la sacas de Asturias se avinagra...xD
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